septiembre 23, 2008

Los minutos del fracaso.

El estómago me retuerce, he comido demasiado, el haber perdido la costumbre de comer en el mercado ha hecho que mi pequeño estómago esté sufriendo.
Anderson está a mi costado, da las últimas repasadas para el examen de hoy, coge una hoja, la ve pero no la lee, se desespera y coge el celular para llamar a Adriano, el cual no le contesta.
Yo estoy escribiendo a su costado, esto no implica que este preparado (psicológicamente o académicamente) para esta práctica, a decir verdad tampoco es de mi interés, me conformo con mi conformismo, mi mediocridad y mi pequeña y diminuta personalidad que no me sirve para nada.
Ojala que en el salón que me ha tocado esté alguien de mi interés, sino será el colmo del aburrimiento. No me interesa ser administrador, tampoco estaba en mis planes la universidad, simplemente me gustaría vivir de mi talento o seudo-talento (del que cada día me convenso de que no lo tengo) el cual no me lleva a otra cosa, sino, a la autodestrucción.
Anderson, al igual que yo (solo que mas notorio), le duele el estómago. Adriano por fin le contestó y no sé que tanta huevada hablan, yo sigo escribiendo a su costado, riéndome (ahora si), porque ya colgó el celular, de las bromas de Anderson.
Una muchacha de naranja pasa por las escaleras regalándonos un asombroso espectáculo, ambos lo disfrutamos morbosamente.
Omar no llega, no creo que llegue rápido (pensábamos repasar con él), él debe estar ocupado cumpliendo con su rutina de buen enamorado (muy diferente a mi) y haciendo mas cosas de las que debe con la susodicha.
2:58 en el reloj, voy a llegar tarde a esa practica, guardo todo en mi mochila, Omar, que ya llego, ordena su trabajo, Anderson y yo salimos, caminamos hasta las gradas, bajamos, conversamos, reímos, no tenemos miedo, y encuentro mi salón.
- ¿Tocaste la puerta?- Le pregunto a la pelirroja que esta en la puerta.
- Si
Me acerco a la ventana y toco una vez más la puerta, veo al profesor haciendo un ademán para entrar por la puerta de atrás.
- ¿Haz estudiado?- Me pregunta la pelirroja.
- Un poco, ¿Tu?- Decirle que si, seria tonto.
- Más o menos- Suave flaca, estas a punto de rozar mis labios.
Abro la puerta, entra la pelirroja, entro detrás de ella, y me ubico en una silla.


4:30, no me ha ido tan mal en el examen, la pelirroja salió mas temprano, creo que ella si estudió, y yo… bueno, ni si quiera yo me preocupo… ni siquiera.

1 comentario:

Hair Eguiluz dijo...

jaja puta en ese examen si sali bien cagado y nose que hago aca jaja chevere el relato