agosto 24, 2008

Mis queridos malos amigos.

Mamá siempre me dijo, desde que inicie el jardín, “júntate con los mas tranquilos y estudiosos” no supe por que me lo dijo, y en realidad tampoco le hice caso, simplemente me junte con los que yo creía que eran buenos.
Y así empezó una travesía de amigos, cada uno una historia, un lapso de tiempo en mi vida y en las suyas, amistades que terminan (porque lamentablemente el dinero y los amigos no me duran mucho) pero en el fondo siempre los recuerdo, y no se si ellos a mi.
Como estaba en jardín y obedecía (un poco mas) a mi mama, conocí a Israel, de rulitos muy graciosos, blancon y un pingüinito al caminar, se sentó conmigo y nos hicimos muy buenos amigos, amigos inseparables, chizitos, papitas fritas, sentarnos debajo del resbalón y conversar, me invitaba su gelatina, le prestaba mis colores, me caía (cae) bien, y lo mejor de todo, se reía de mis malos chistes. La amistad no solo quedo en el jardín, estudiamos en el mismo colegio por un pacto de nuestras madres, solo por un par de años (luego vendría un viaje) pero fueron interesantes. Nuestra amistad se distorsiono por un acto muy cruel y casual, Israel me presto sus colores, y un compañero me dijo que si era fuerte rompiera un lápiz, y bueno, cogí un color (pensando que era mi lápiz) y lo rompí su color marrón (según el, y yo recuerdo que era morado), Israel lloro demasiado, me sentía culpable, un traidor, un mal amigo, uno que no merecía su amistad, y fui mal perdonado, desde ese momento tenia que prestarme color por color para colorear mis dibujos, la confianza había llegado a su fin. Aunque igual su mama me invitaba a comer, jugábamos en su computadora, con su super nintendo y a veces ajedrez o monopolio, la camaradería aun se conservaba bien.
Mi papa viajaría por trabajo, y con el también nosotros, fuimos de Arequipa hasta Huaraz, una ciudad pequeña, para mis lamentables 8 años, el cambio fue fuerte, pero también fue muy bueno, conocí gente nueva y con eso nuevo amigos también.
Alberto, todo empezó cuando el, siendo brigadier, me castigo y yo le pegue, e hicieron que estrechara mi mano para pedirle disculpas en dirección, conversamos y nos volvimos amigos de toda la vida. Burlarnos de Alejandra y de todo el salón se volvió pan de cada día, y la dirección era nuestro destino en cada recreo, travesuras, chistes, insultos, Alejandra con las lágrimas y yo diciéndole disculpas por enésima vez. A pesar de todo siempre estudiábamos, en su casa los jueves a las 4, y sin embargo nuestras notas eran buenas (no se cuando cambie).
En un paseo, al cual fuimos con todo el salón, tome muchas fotos, y aun tengo la foto de el guardada, ese paseo fue buenísimo, Alejandra termino mojadisima, Alberto y yo nos echamos a reír, nunca había reído tanto con alguien tan genial como el, ese día de regreso a casa, en el bus, le dije que cuando seamos grandes la amistad perduraría, Alberto me dijo que estaría bien… nunca mas lo volví a ver.
Dos años de mi vida junto a el, y papá tenia que volver a Arequipa, volví y la historia con Israel fue mejor, la confianza volvió, y junto a eso Gonzalo se unió, hijo de un abogado conocido en Arequipa y nuestros domingos en el club de abogados, coca-cola’s, chatarra, piscina y concursos de natación que nunca tenia final, aguantar la respiración, bucear, nadar y hacer los mejor clavados, y echarnos al pasto a conversar, con el sol brillante de Arequipa, riéndonos, olvidándonos de que hay tareas, como lo diría mi papá “CO-JU-DE-AN-DO”.
En el colegio, Ivan también se volvió un amigo incondicional, aunque tenía muchas discrepancias con Israel, pero era el alma de los chistes, molestaba al salón entero, y nosotros nos reíamos, luego Ivan se cambiaria de colegio, y bueno, igual los tres estuvimos juntos en cada momento, para los trabajos en grupo, para el recreo y para salir a caminar.
Papa tenia que ir a Lima, y con eso Israel y Gonzalo, se quedarían solo en Arequipa, esta vez con otra persona reemplazándome o tal vez ya un dúo.
Una vez instalado en Lima, tenia 11 años, las vacaciones habían terminado, y me quede a vivir acá.
Como siempre, los amigos que formaba fueron en el colegio, y fue así, Jose, cabello corto, ocurrente y muy alegre, mi primer cigarro, ya no contábamos chistes, y conocí mi barrio a la perfección. Lamentablemente se separo muy rápido de mi, nos dimos cuenta que nos gustaba Andrea, y hizo mejores amigos que yo.
Se ese año no tengo mucho que contar, los amigos iban y venían, hasta me atrevería decir que mi único amigo era mi primo, de 7 años, el cual me contaba sus cosas, y me hacia reír con cada ocurrencia.
Mi 1ero de secundaria fue mejor, estudiar en un colegio bueno con gente con la cual me identificaba más, y ahí fue Diego, escaparnos al vicio, hablar de flacas, hacer tareas, y jugar futbol, aunque en esa época jugaba pero de lo que juego ahora, y ese mismo año conocí compañeros que mas tarde serian buenos amigos, Jorge, Freddy, Jk y Carlos.

4 comentarios:

X e n d r a dijo...

Espero ver pronto las siguientes partes, supongo que ahi si diras más de ellos... quisiera saber como los describes :P

Saludos.

Luis omar dijo...

jajajajaja, bueno, lo hare luego. (:

X e n d r a dijo...

JA!!

TOntolino

Rose dijo...

tontolino..?