A los pocos días de recibir el 2008, me fui de viaje a Cuzco con mis primos. Mi novia, que se quedaba triste y sola por un mes, me regaló un MP3 con varias canciones para que las escuche y la tenga cerca en los momentos que más nos extrañemos. Entre el interminable set list, hubo una canción que me samaqueó por completo, era la voz perfecta acompañada de una letra exquisita. Se trataba de Crimen de Gustavo Cerati. Fue la primera vez que escuché en serio algo de él.
Por cultura elemental (o popular) de música, todos debemos de conocer De música ligera, Persiana americana y Cuando pase el temblor de Soda Stereo, pero en verdad, desde 1994, Gustavo Cerati ha hecho cosas increíbles como solista. Yo no lo sabía, eso aún esperaba por mí. Es como lo que dice Xavier Velasco en La edad de la punzada, hay música que está ahí, quieta, esperando por uno y Gustavo Cerati espero hasta el verano del 2011.
Había una chica a la que quería y a la vez no, estaba atrapado entre mi incertidumbre de querer quererla o no. Como era de esperarse, habiendo ya cruzado todos los límites de la amistad y sin tenerla en una posición definida, se aburrió de mi inmadurez y se fue, se fue como tantas veces se había ido y había vuelto, pero no, no, no, no… esa vez se había ido bien. Y entre el vértigo que causan las despedidas sin despido, los finales bruscos, sin adiós, sin esperanza, sin misericordia, apareció Gustavo Cerati para salvarme.
Me parece genial la forma en cómo llega la música en diferentes momentos de la vida.
Ya había escuchado Amor amarillo por la novela Nunca confíes en mí de Renato Cisneros, pero al abrir toda la discografía de Cerati, me di con la caja de pandora, me di cuenta que podía resistir y apoyarme en la música de Gus, me di cuenta que si no olvidaba, iba a morir, me di cuenta que un adorable puente, se había creado entre Gustavo Cerati y yo. Definitivamente había escuchado todas sus canciones en completo estado de trance.
Hoy ha fallecido Gustavo Cerati después del infierno que fue su coma. Y pienso que debo de darle las gracias, pienso que quizá no fui el único al que remedió la vida con sus canciones ¿Cuántos más aprendieron que poder decir adiós es crecer? ¿Cuántos más entendieron que “¿Qué otra cosa puedo hacer?” más que una pregunta, es una respuesta?
Ahí está la discografía de Gustavo Cerati, en cualquier portal de internet, en cualquier discotienda esperando a cualquiera que desee descubrir un mundo de sonidos oníricos, de una voz llena de sensualidad acoplada a la perfección de sus finos acordes. No duden, no tengan miedo, Gustavo nunca va a decepcionar.
Recomiendo a todos los cibernautas que vean las fotos que le hizo Damián Benetucci a Gustavo Cerati en sus trabajos de estudio, en sus pruebas de sonido antes de un concierto y en los mismos conciertos. Esas fotos lo revelan todo, un artista llevado hasta el frenesí, se puede observar que él trabajaba duro en su pasión que tanto nos deleitó, la música.
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